Alguna vez nos observaron
un artículo periodístico NO por errores ortográficos ni efectos de
censura política, NO por censura comercial ni religiosa sino porque
periodísticamente (según la posición de un viejo maestro
universitario) NO DEBIÉRAMOS UTILIZAR ESPACIOS DE UN MEDIO ESCRITO
para reflejar temas personales y/o familiares…con las disculpas del
caso y el perdón de mis lectores permítanme - por lo tanto-
“romper dicha regla”, pues, es mi corazón el que quiere escribir
algo sobre MAMÁ CHELITA.
Una Madre que sin ser
perfecta supo y aun sabe diferenciar con mucho estoicismo los golpes
de la vida con aquella sonrisa que transmite seguridad, una Madre que
a fuerza profunda y convicción de vida sacrificada trabajó como
educadora muchos años de su vida, trabajó enseñando a sus niños
que los gobernantes del Perú no siempre fueron justos con tan
encomiable tarea LA EDUCACIÓN, una Madre que casi nunca se quejó
por los golpes de la vida sino enseñó a enfrentarlos con valentía
y arrojo…una Madre que sin ser ayacuchana llegó a amar la tierra
que le dio abrigo y calor humano.
Cuántos recuerdos mi
vieja linda, cuántos pasajes de tu vida hecho ejemplo a cada
instante, cuánta ingratitud a veces maquillada por algún hijo al
que igual amas y amarás de verdad….cuánto perdón en tu ser,
perdón por el tiempo que quisieras estar rodeada de tus hijos y
seres queridos, por los desaires a tus sueños que aún persigues
tercamente; perdón porque sintiendo tu presencia física muchas
veces no valoramos las ansias de abrazo y cariño maternal, perdón
por no agradecer cada mañana y sus noches la dicha de tenerte…por
dejarnos llevar ante la rapidez de la vida, del trabajo y de nuestras
familias olvidando el gozo de tenerte VIVA.
Una Madre que fue PADRE Y
MADRE ante un inmenso trayecto de la vida, Madre que a pulso de
dedicación dedicó su vida a los suyos, a sus alumnos y a quienes
aún recuerdas y amas por sobre todas las cosas del mundo…Madre
Coraje que hoy suspira recordando el camino recorrido con fuerzas
excepcionales que solían salir de su propia alma…hoy es el
descanso de quien aún continua siendo LA GUERRERA DE LA VIDA…hoy,
ante el otoño vivencial sigue prodigando amor incomparable, hoy;
nos sigue demostrando que no hay parangón alguno cuando se trata de
señalar la ruta correcta de la vida, el camino y la lumbre para
hacer grandes obras como muestra de una siembra imperecedera…un
verdadero cultivo que solo tus manos supieron y aun labran sin
cesar…MADRE, MAMÁ CHELITA MI MADRE.
LUIS LEDESMA ESTRADA - Publicado en el diario regional "La Voz"
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