Un sueño muy real

Irónicamente, la participación en la Libertadores –una competición en la que resulta habitual que clubes de todos los países se crucen en algún momento con rivales de poco renombre continental– parece incluso disfrazar ligeramente la dimensión de la hazaña de la Asociación Civil Real Atlético Garcilaso. A fin de cuentas, estamos hablando de un club que hasta el 16 de julio de 2009 ni siquiera existía.


En aquella época, un grupo de ex alumnos de la Gran Unidad Escolar Inca Garcilaso de la Vega se reunió para intentar revitalizar el fútbol de Cusco ante la crisis administrativa que atravesaban el Cienciano y el Deportivo Garcilaso, los dos principales clubes de la ciudad. La idea era crear un club que se identificase rápidamente con la localidad cusqueña y, no sin cierta polémica, los fundadores, encabezados por el presidente Julio Vásquez Granilla, decidieron adoptar como denominación el mismo ‘Garcilaso’ del Deportivo, en alusión al historiador y escritor peruano que da nombre al colegio. Sin embargo, para formar el primer plantel se recurrió únicamente a muchachos de la región. El equipo, con una media de 17 años, impuso su ley en la segunda división regional de Cusco, lo que le valió una plaza en la Copa Perú de 2010.

A partir de entonces es cuando la historia empieza a parecer demasiado bonita para ser verdad. Ya nadie dudaba de lo acertado del plan para que el club se identificase con su ciudad. Antes incluso de contar con una afición definida, el Real Garcilaso ya ganaba tanto que resultaba imposible ignorarlo. En 2010, el equipo alcanzó la Etapa Nacional de la Copa Perú y fue ascendiendo peldaños en las categorías regionales de Cusco como si de una escalera mecánica se tratase: se proclamó campeón distrital, provincial y departamental. Todo estaba listo para que, al año siguiente, el Real Garcilaso irrumpiese en la máxima categoría del fútbol peruano con una impresionante carta de presentación de 211 goles a favor y 24 en contra. En su primera participación, el club que acababa de nacer, fruto del idealismo de los ex universitarios, jugó la final contra el Sporting Cristal, proclamándose subcampeón y clasificándose para la Libertadores. ¿Hay estrategia mejor para ganarse a una ciudad que sumar victorias y más victorias?


Mensaje al equipo

Sin embargo, Fredy García no se conforma todavía. “Muchos dicen que haber llegado hasta aquí ya es un éxito, pero eso es mentira. Ahora no es momento de pensar en eso”, asegura el técnico. “Dispongo de un plantel de calidad y queremos medirnos a los grandes equipos de Sudamérica”, añade. El sorteo de octavos contribuyó al proceso de crecimiento del Real Garcilaso al deparar un enfrentamiento entre el jovencísimo club peruano y el Nacional de Montevideo, un histórico que participa en la Libertadores por 40ª vez y suma nada menos que tres títulos y más de 300 partidos en la competición.


El primer partido de la eliminatoria demostró que García no iba de farol. El conjunto cusqueño se impuso por 1-0 y este jueves visitará un escenario que hasta hace unos meses parecía fuera del alcance de la Máquina Celeste: el estadio Centenario de Montevideo. “Nunca hemos pensado que haya cosas imposibles y ahora tampoco es momento de hacerlo”, asegura el técnico ante la posibilidad de pasar a cuartos de final y enfrentarse al vencedor del duelo entre Independiente de Santa Fe y Gremio de Porto Alegre. “Esta eliminatoria no es un sueño, sino una realidad”, concluye.