Con mucha alegría la
familia salesiana en todo el mundo ha recibido la noticia de que uno
de sus ex alumnos del Colegio Don Bosco de Ramos Mejía (Argentina),
es nada más y nada menos que JORGE BERGOGLIO Su Santidad Francisco
I, el PAPA y Sumo Pontífice cabeza de la Iglesia Católica entre
millones de personas seguidoras, y que hoy; sustenta una vez más la
innegable formación bajo la filosofía de María Auxiliadora y San
Juan Bosco…toda una visión de principios que se multiplica en cada
rincón del mundo donde nuevas generaciones absorben la cultura
salesiana globalizada.
Corría el año de 1949 y
Jorge Bergoglio jugaba al futbol en el patio del Colegio Don Bosco
seguro de hacer un gol al arco contrario…eran sus primeras
muestras de cercanía innegable al Club San Lorenzo de Almagro del
cual hasta hoy es fanático, era un niño que no podía ocultar las
enseñanzas de la familia salesiana desde su contacto directo con
aquellos que no podían acceder a una educación de calidad y eran
considerados subalimentados en un mundo que se decía y juraba
“justo”. Jorge no terminaba de entender el - POR QUÉ- de tanta
injusticia social en una nación donde habían pocos a quienes les
sobraba riquezas materiales y muchos a quienes les faltaba un pan
para llenar muchas bocas hambrientas.
Luego ya convertido en
sacerdote y Arzobispo en Buenos Aires la opción por atender flagelos
sociales como la pobreza fue surgiendo como un rasgo característico
y rápidamente se indicó que se había mudado del palacio arzobispal
a un modesto departamento; el auto con chofer fue cambiado por viajes
en buses y en el metro de la ciudad…solía cocinar casi a diario y
sus amigos tuvieron que hacer una colecta para comprarle zapatos
presentables para viajar a Roma, a donde llegó en clase “turista”.
Ahora como Su Santidad
Francisco I es la persona con las calidades humanas formadas desde
ese viejo bálsamo para una sociedad argentina y mundial pobres y
desesperanzadas…ahora le toca establecer el nexo humano de los que
menos tienen con los palacetes y hombres de poder, ahora que el hijo
de un inmigrante que trabajó como obrero llega a ser Sumo Pontífice
sin perder el toque humano…ahora es de esperar (como dice el
periodista Luis Jiménez) que el PAPA FRANCISCO I logre el verdadero
milagro: que los pobres en Argentina y el mundo tengan la verdadera
opción de nuevos tiempos mucho mas justos y equitativos.
LUIS LEDESMA ESTRADA en "Periscopio Periodístico" del diario "La Voz"
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