Desde que la hemiplejia me ató a una silla de ruedas ya no iba ni al café ni a tu Kusi Wasi a gozar de tu aprecio y cositas nuestras que las cocinabas tan rico. Cuántos como yo sentirán profundamente tu partida al cielo. Encuentra al Negro Morales y que te pague el café que me invitó minutos antes que los esbirros del gobierno lo ultimasen;pero antes dale el abrazo que siempre nos dispensabas.Te recordaré siempre que me llame el olorcito a hígado frito con cebollita y ají amarillo picado en rodajas. ¡AÑALLAW!chau, mama Jose.
Mama Jose:
ResponderEliminarDesde que la hemiplejia me ató a una silla de ruedas ya no iba ni al café ni a tu Kusi Wasi a gozar de tu aprecio y cositas nuestras que las cocinabas tan rico. Cuántos como yo sentirán profundamente tu partida al cielo.
Encuentra al Negro Morales y que te pague el café que me invitó minutos antes que los esbirros del gobierno lo ultimasen;pero antes dale el abrazo que siempre nos dispensabas.Te recordaré siempre que me llame el olorcito a hígado frito con cebollita y ají amarillo picado en rodajas. ¡AÑALLAW!chau, mama Jose.