Mensaje a la Nación del Señor
Presidente
Constitucional de la República
Señor Pedro Pablo Kuczynski Godard
Buenos Días a todos
Señora Presidente del Congreso
Excelentísimos Jefes de Estado
que nos acompañan hoy, vicepresidentes de países que han venido y embajadores,
Congresistas y autoridades constitucionales, cardenal, majestad.
Conciudadanos:
Me presento ante el país, según
el mandato de nuestra Constitución, no a rendir cuenta, como haré en los
siguientes años, sino a inaugurar el mandato que ustedes me han encomendado.
Tengo, pues, un mensaje lleno de esperanza.
Debo agradecer a todos y todas. A
los que votaron por mí en la primera vuelta electoral y a los que se unieron a
nuestra propuesta en la segunda. Pero también a los que no votaron por
nosotros.
A todos los que están
representados en este Parlamento símbolo de la democracia.Quiero asegurar a
todos y todas mi agradecimiento y compromiso para que el país entero llegue a
la meta de la paz y la unión de los peruanos.
En el Bicentenario de nuestra
independencia que será en exactamente cinco años mi deber es que podamos
cumplir con los sueños de los fundadores de nuestra República. Sí a la paz, sí
a la unión, no al enfrentamiento, no a la división.
¿Y cuál es ese sueño que se
convirtió en la promesa de la vida republicana? Libertad e independencia del
poder foráneo para construir un país próspero bajo el imperio de la ley.
Igualdad, equidad y fraternidad entre todos los peruanos. Acceso a oportunidades;
crecimiento, no sólo económico sino también humano a través de una magnifica
educación; una prestación de salud sensible a las necesidades de las personas
con acceso a prevención, cuidado y atención integral de la salud individual y colectiva;
una justicia oportuna y predecible, así como las condiciones de seguridad para
alcanzar la anhelada paz en nuestras calles y hogares.
En casi 200 años el Perú se
transformó y logró metas impensadas hace un siglo como reducir drásticamente el
analfabetismo o erradicar enfermedades contagiosas y discapacitantes gracias a
la vacunación. Los avances son innegables, pero, todos los sabemos, se necesita
más. Mucho más.
Debo reconocer los esfuerzos de
todos mis antecesores, pero sobre todo quiero recordar a un gran demócrata, al
presidente Fernando Belaunde Terry a quien serví en sus dos gobiernos y a
cientos de miles de hombres y mujeres que sirvieron a la patria con honor y
honestidad, durante toda la vida republicana, debemos darles a todos un
merecido reconocimiento. Pero ahora debemos dar un gran salto. Sólo con ese
salto llegaremos a la modernidad que el Perú anhela un país justo para todos.
Quiero una REVOLUCION SOCIAL para
mi país. Anhelo que en cinco años el Perú sea un país moderno, más justo, más
equitativo y más solidario.
¿Qué significa ser un país
moderno? Significa que las desigualdades entre los más pobres y lo más ricos
deben resolverse levantando el ingreso de los más pobres.
¿Cómo poner más dinero en el
bolsillo de los peruanos, en los hogares de los peruanos?. Emparejando el
acceso a servicios esenciales que hoy son escasos o inexistentes y por tanto,
extremadamente costosos para los más pobres. Cerrando brechas en el acceso a la
salud y la seguridad social y poniendo el bienestar de las personas como el
objetivo fundamental de cualquier cambio o reforma. Buscando la complementariedad
del sector privado con el público. Conectándonos, usando tecnologías modernas
de información.
Ser un país moderno significa ser
un país honesto y no corrupto. ¿Y qué significa ser un país sin corrupción?
Primero, recuperar mucho dinero para el presupuesto de todos. Pero también
significa establecer una agenda de prioridades fundada en el interés común y no
en el de la coima. Para lograrlo necesitamos un Presidente comprometido
totalmente en la lucha contra la corrupción. Por ello, no permitiré, especialmente
a mis funcionarios y colaboradores más cercanos, caer en la indignidad de la
corrupción. Sepan todos que en eso no tendré miramientos. Quien falle acabará
ante la justicia, la cual debe ser profundamente reformada.
Necesitamos también una autoridad
especial dedicada a luchar contra la corrupción con toda la independencia y
autonomía necesaria para poder hacerlo. Y la tendremos con la colaboración de
este Congreso. No obstante, es indispensable una sociedad comprometida en la
lucha contra la corrupción para que la sociedad denuncie la corrupción.
Los invito a todos a luchar
conmigo contra este flagelo. Especialmente, a esta representación de la
sociedad que es el Parlamento, emblema de la democracia.
Ser un país moderno significa ser
un país sin discriminación. Seamos conscientes de que somos un país milenario y
además cuna de civilización. 200 años de República y miles de años de historia.
Y una parte de esta historia, nuestra raíz civilizatoria y cultural ha sido
despreciada y marginada. Eso debe cambiar. Está cambiando, pero debe cambiar
más rápido y más profundamente.
Ser un país moderno significa
tener igualdad de oportunidades para ambos géneros. Esto significa respeto
irrestricto a la dignidad de la mujer y a sus derechos, respeto a una vida
plena, a un pago igual ante un trabajo igual, y a su integrada participación política
en las decisiones y en el gobierno.
Sueño para mis hijos, para mi
esposa que cumplió ayer 20 años de Aniversario de matrimonio... un saludo...
sueño para todos nuestros hijos, esta nación moderna de mil valles dentro de un
sólo país.
En el año 2021, año del
Bicentenario, todos los peruanos deberán tener acceso a agua potable de calidad
y a desagüe las 24 horas. Pero tengo que ser realista, los programas de
inversión pública toman tiempo y creo que si lo hacemos en siete años eso ya
será un gran logro. Invito a este Parlamento, al Perú entero, a que proclamemos
una política de Estado para el saneamiento y la salud estén en todos los hogares
del Perú.
Sé lo que significa el costo,
pero también sé lo que significa en bienestar, calidad de vida, impacto en la
salud y ahorro en los bolsillos de los más pobres. El programa generará una
tremenda actividad en construcción y en el mismo servicio, lo que generará
centenares de miles de puestos de trabajo. Buscaremos las mejores alternativas
tecnológicas dirigidas por el Estado, para llegar a todos y todas lo antes posible.
El país no tiene tiempo para
discusiones ideológicas porque cinco años es un plazo corto para una tarea
titánica que debe comprometer a todo peruano de bien.
Trabajaremos intensamente en
salud pública porque sin salud no hay desarrollo posible. Queremos simplificar
y hacer más eficiente los servicios de salud y lo haremos. Hoy están
fragmentados, no queremos más colas en los hospitales y puestos de salud.
Tendremos un Sistema Nacional de Salud moderno con acceso universal.
En el año 2021, año del
Bicentenario, quiero que la urgencia de eliminar la anemia en los chicos haya
desaparecido por completo y que todo niño tenga acceso al control de su salud y
a su vacunación completa. Lucharemos para seguir reduciendo las cifras de la
mortalidad materno infantil. El país no puede darse el lujo de perder ni un
solo peruano o peruana, ni perder una sola mente brillante porque no recibió
lactancia materna, vacunas, alimentación, servicios o porque se embarazó siendo
adolescente y lucharemos contra la tuberculosis, contra el Sida, contra los
problemas de salud mental, contra la violencia intrafamiliar y contra el cáncer,
que hoy, es prevenible en gran medida.
Ahí están los heroicos médicos,
enfermeras, obstetras y todo el personal de salud pública, haciendo, a veces,
trabajo en condiciones dificilísimas, el trabajo de salvar vidas. Con ellos estaremos, con la
determinación de mejorar sus condiciones de trabajo y sus remuneraciones y así
poder contar con ellos en los lugares más remotos de este gran país a donde el
Estado a veces no llega.
Mi compromiso con la salud
pública que se presta en el área rural, en las áreas remotas, viene desde mi
infancia. El recuerdo de mi padre, un médico de salud pública, ejerciendo la
medicina en los lugares más inhóspitos del país, devolviendo la dignidad a los
enfermos marginados, me ha acompañado toda mi vida, No puedo defraudar su
legado. No los defraudaré.
En el año 2021, año del
Bicentenario, todos los niños peruanos tendrán acceso gratuito a educación inicial,
primaria y secundaria de calidad y oportunidades para seguir carreras
universitarias y técnicas así como post grados en instituciones educativas de
prestigio. Y ahí veo a mi futuro ministro de Educación, actual ministro y un
aplauso para él, por favor.
Las artes, y en especial la
música –a cuyo estudio tanto debe mi formación– serán junto con el deporte y la
educación cívica materia obligatoria y promovida por el Estado, así como las
ciencias, las humanidades y el idioma extranjero. Las universidades serán de
calidad y serán acreditadas, contribuyendo a cerrar las brechas de
profesionales que necesita el país.
Un pueblo educado no se equivoca.
Un país de ciudadanos educados defiende sus libertades, tiene oportunidades,
respeta al otro, busca la paz. Ante un joven educado, con calidad, se abren
centenares de oportunidades, de muchos caminos. Ese es el escenario que busco.
Que todos los niños y jóvenes entiendan lo que lean, que todos puedan alcanzar
estándares internacionales en matemática, que hablen un idioma internacional
científico, como, por ejemplo, el inglés, el chino, el alemán, el japonés, el francés,
y que conozcan nuestra cultura milenaria y sus dos grandes idiomas, el quechua
y el aymara.
Maestros, ¡cuento con ustedes!
Sin ustedes, este sueño no es imposible. Pero con ustedes, todo lo es.
En el año 2021, año del
Bicentenario, viviremos en un país seguro. Un país donde una familia pueda
salir a estudiar o trabajar sin temer que le desvalijen su hogar. Ciudades
donde no existan padres aterrados, vigilando el camino de regreso a casa de sus
hijos para evitar que los asalten o los maten por robar un mero teléfono celular.
Quiero compartir el sueño de
vivir en ciudades menos enrejadas, menos enjauladas, con más espacios públicos
y parques que unan a los ciudadanos en un ambiente libre y seguro. Les aseguro
que no quedará crimen impune. Los culpables serán entregados al sistema de
justicia reformado.
Tenemos un buen plan y un
excelente equipo para ejecutarlo. Un aplauso para los miembros del Gabinete,
levántense para que los vean.
Necesitamos que la policía sepa
que todas las reformas se harán para hacer más honorable esa institución y que
también sepa que tenemos fe en el policía profesional a quien reconocemos y
agradecemos por sus servicios. Como lo prometimos en la campaña, sus
bonificaciones y los de las Fuerzas Armadas serán adelantados a partir de
setiembre de este año, en dos meses, y formarán parte de su sueldo pensionable.
Eso fue mi promesa de campaña y la cumpliremos.
Debo agregar que respetaremos
siempre la institucionalidad, tanto en las Fuerzas Policiales como en las
Fuerzas Armadas.
En el año 2021, año del
Bicentenario, se habrá construido infraestructura para el desarrollo como nunca
se anticipó. No quiero hacer largas enumeraciones que están en nuestro plan de
gobierno. Pero anuncio que tendremos mucha más construcción, ampliación y
modernización de aeropuertos, puertos, carreteras nacionales, regionales y
locales, trenes, el tren de cercanías alrededor de Lima, gaseoductos y no olvidaré
a Iquitos, la ciudad de mi infancia, hoy aislada a la cual conectaremos por tierra
al resto del Perú. Estas grandes inversiones generan trabajo. ¡Todo ésta listo para
empezar! Regiones, sus demandas por obras y progreso son las mías.
Sin embargo, los proyectos, a
veces están atascados en problemas burocráticos que debemos destrabar en los
próximos seis meses, así como vamos a eliminar los múltiples obstáculos a la
inversión privada, a la cual el Perú recibe y espera con brazos abiertos.
Regulamos y exigimos el cumplimiento de toda norma ambiental y recogemos y
respetamos la opinión de todos los ciudadanos respecto al impacto de un
proyecto.
Sin embargo, buscaremos persuadir
y explicar, incluso con mi propia presencia, comunidad por comunidad, los
costos y beneficios que la inversión en industrias básicas y extractivas trae
en el empleo y en los tributos para bien del país. Necesitamos entendernos como
país, enfrentar los conflictos con diálogo, no con enfrentamiento.
No nos iremos contra la voluntad
del pueblo. Así lo dije en la campaña y esa es mi promesa.
En el año 2021, año del
Bicentenario, pagaremos menos tributos pero recaudaremos más. Nuestro plan de
formalización del país abre las puertas a todos, sobre todo a las pequeñas
empresas, que son la gran mayoría en el Perú con facilidades para dar acceso a
beneficios que hoy no tienen. No es sostenible que dos de cada tres peruanos
sean trabajadores informales, sin beneficios.
No sólo es ilegal, es
profundamente injusto e inmoral que millones de peruanos, dignos trabajadores,
no puedan tener acceso ni siquiera a prestaciones de seguridad social o salud
de calidad. Sé que es difícil malizar, pero tenemos un plan para hacerlo por tramos.
El programa Tu Empresa generará una verdadera revolución de acceso al crédito
formal reduciendo los altos costos que enfrentan las empresas que hoy generan
la mayor parte del trabajo en el Perú.
He prometido que para el término
de mi mandato por lo menos 6 0% de los puestos de trabajo, en vez de 30 % hoy,
estarán formalizados. Ojalá sean más. Sé que el compromiso es muy difícil de
cumplir, pero comenzaremos reduciendo el IGV en 1 punto porcentual desde enero
del 2017 con un tratamiento tributario especial a la pequeña y mediana empresa
que se formalice. (…) Eso es poner dinero en el bolsillo de la gente. Que
entienda el informal que lo hacemos para acercarlo en la ruta hacia la
prosperidad.
En el año 2021, año del
Bicentenario, el agro, el sector rural, donde está la mayor cantidad de pobres
del Perú, se habrá transformado. El agro aporta las dos terceras partes de los
alimentos que consumimos los peruanos y da empleo a un tercio de la fuerza
laboral. Apoyar a los hombres y mujeres del campo significa llevar la verdadera
justicia social a los más pobres del país.
Por eso me comprometo a que nadie
que ha salido de la pobreza vuelva a ella. Eso es impensable. Nuestros
programas sociales son importantes y van a continuar, pero necesitan mejoras y
ampliación. Debemos, por consiguiente, implementar programas de desarrollo
productivo para asegurarnos que ningún peruano o peruana vuelva atrás, a la
pobreza que ya dejó.
En el año 2021, año del
Bicentenario, nuestro país será reconocido en el mundo como una democracia en
donde se respetan los derechos humanos, en especial los derechos de las
minorías y en donde se cumplen los deberes de los ciudadanos.
Cumpliremos los compromisos
pactados a favor de las víctimas de todo tipo de violencia. Queremos ser, ante
el mundo, un país serio, un Estado con palabra, que tiene el mejor clima de
negocios del continente y a donde todos quieran venir. Ya sea para invertir,
construir, colaborar con nuestros programas sociales o revitalizar el turismo
que puede ser, en muchos lugares del Perú, un motor para el desarrollo local.
Quiero que el Perú sea un faro de
civilización en el Pacífico y Sud América al que todos miren con admiración. Un
país que asuma el liderazgo en la cooperación e integración regional, que se
vincule con las necesidades y el bienestar de la población de zonas
fronterizas, de las cuales no nos ocupamos suficientemente, y que se ocupe,
también, de las necesidades de la emprendedora comunidad peruana de migrantes.
Para el año 2021, esta es la
última referencia al año 2021 para que estén tranquilos, año del Bicentenario,
el Perú será miembro de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico
(OCDE). Nuestro Plan de Gobierno coincide totalmente con los objetivos de
desarrollo sostenible de la Agenda de las Naciones Unidas para el año 2030.
Estos son pues, en resumen, mis
compromisos de Estado:
1. Llevar agua y desagüe a todos
los peruanos.
2. Prestar un servicio de
educación pública de calidad, que abra el mundo a millones de jóvenes.
3. Prestar un servicio de salud
pública sensible al enfermo, oportuno y eficaz.
4. Formalizar el país, hasta el
máximo posible.
5. Construir infraestructura para
el desarrollo que con tanta urgencia necesitamos.
6. Liberar a nuestra patria de la
corrupción, de la discriminación, de la inseguridad, del delito, luchando con
toda transparencia contra estos flagelos históricos.
En pocos días mi Presidente del
Consejo de Ministros y su Gabinete se presentarán ante este Congreso de la
República para solicitar su confianza en base a nuestro plan de gobierno. Este
plan requiere algunas medidas legislativas para reactivar el crecimiento
sostenido de la economía, poner las bases para nuestro programa de saneamiento
y salud pública, combatir la inseguridad ciudadana y crear un sistema anticorrupción
en el Estado y en la Sociedad.
Estoy seguro que el Congreso
escuchará con atención estas propuestas simples y que yo considero sensatas, y
que apoyará los aspectos legislativos de un programa que hemos explicado al
país a lo largo de la campaña.
Estos son los sueños que se
permite tener un Presidente el día de su juramentación. Mi anhelo es que todos
estos sueños sean una realidad compartida con los 32 millones de peruanos que
gozarán de sus beneficios.
Sé que puedo hacerlo, pero
también sé que lo no puedo hacerlo solo. Necesito tu ayuda y necesito la ayuda
de este Congreso emblemático de la democracia.
Necesito que todos y cada uno de
los peruanos y peruanas sepa que no les pido un compromiso con éste gobierno,
ni con éste Presidente, que pasará, como todos. Lo que les pido, lo que urge
hacer, es comprometerse con la patria, con los
conciudadanos, con el sueño republicano que hace casi 200 años tuvieron
para todos nosotros los fundadores de la independencia del Perú. Repito aquí
hoy la frase que fundó nuestra patria: Una sola república, firme y feliz por la
unión.
¡Viva el Perú!
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