LUIS SALINAS , LA UNSCH Y KOLA REAL

La semana pasada CARLOS ALVAREZ JANAMPA - egresado de la Facultad de Ciencias Biológicas  UNSCH-  fue portada de "El Comercio"   gracias a su trabajo impulsor de la piscicultura tropical en el Huallaga. 

A días del 336 aniversario de la casa cristobalina , continúan las alegrías . Ayer en "Somos"  se publicó una suerte de reconocimiento al Ing. LUIS SALINAS CORTÉS (transcribimos parte de la nota , abajo) , ex - docente UNSCH, por su trabajo inicial en Kola Real.  Saludos y felicitaciones al maestro. Leer la revista nos hizo recordar sus clases de Química Orgánica.

Sin duda , también hay cosas buenas en la UNSCH . 

"SOMOS"  (22  de junio de 2013)

Un hombre de cabello gris, ojos celestes y  manos manchadas por la edad de pronto se detiene a contemplar una casa de paredes amarillas. Se trata de Luis Salinas Cortés (67) , el primer ingeniero químico que trabajó  de la mano de los creadores de la marca Kola Real. “Aquí  empezó  el sueño de los Añaños”, dice mientras señala con su dedo índice la cuadra uno del Jirón Asamblea, en el corazón de Huamanga , Ayacucho. Enseguida saca de su bolsillo un recorte de periódico que dice : “ Kola Real, una gaseosa ayacuchana para el mundo”, agrega con nostalgia. “Y pensar que todo empezó hace 25 años” , agrega con nostalgia. Y entonces su voz se empieza a quebrar. A Luis Salinas aún le resulta difícil recordar la década de los 80, época en la cual la presencia de Sendero Luminoso obligó a cientos de familias a migrar a Lima para conseguir un poco de paz. “Las casas que ahora vez llenas de niños antes tenían carteles que decían ‘se vende’ . Todos querían huir del terror ….. Nadie quería vivir aquí. Por un lado estaban los terroristas y por el otro las Fuerzas Armadas. No sabías en quién confiar” , cuenta. El ingeniero Salinas, como cariñosamente lo llaman, trabajaba como profesor en la facultad de ingeniería química de la Universidad San Cristóbal de Huamanga.

RECETA DE ESPERANZA

 Entre sus alumnas se encontraba una inquieta Tania Alcázar, a quien recuerda tocando la puerta de su oficina para compartirle una idea. “Por entonces ya andaba de novia con Jorge Añaños y ambos querían empezar su propia empresa. Tenían en mente poner una planta de gaseosas. Las pocas que existían a nivel local eran de muy mala calidad y las líderes del mercado no entraban a Ayacucho por los asaltos que sufrían en la carretera”               , cuenta mientras caminamos hacia la Universidad de Huamanga. Al llegar, manda a pedir la llave de uno de los laboratorios. Quiere enseñarnos que en estas aulas se realizaron los primeros exámenes físico químicos de la popular gaseosa. “Luego nos mudamos al patio trasero de la casa de sus padres, donde pasábamos días investigando los gustos del público y probando diferentes sabores. La meta era  encontrar la fórmula perfecta . Que si un poco más de azúcar , otro tanto de gas, un punto menos de ácido cítrico. Era una locura “ , explica.